Llegué al hospital con condrosis y dolor en la articulación del hombro (estaba hinchado). Pasé a través del tratamiento de las gotas, vitaminas, el imán, el estiramiento de la columna, la acupuntura y el masaje. En definitiva, me dieron el alta y seguía enferma. La neurólogo me sugirió, como decía ella, lo último que se podía probar, un desarrollo nuevo: La crema «Hondromax», lo probé, me lo aplicaba 3 veces al día. Me ayudó realmente, ahora puedo trabajar y bailar tranquilamente.
Ana Rodríguez,
30 años, Valparaíso